La vida es como un rompecabezas que nos brinda una serie de piezas en desorden y que poco a poco vamos ordenando, entre aciertos y desaciertos, hasta formar una hermosa figura: La huella que cada uno deja.
Las experiencias que vivimos, éxitos y fracasos, entornos y amistades, etc., son piezas que van encajando, ninguna pieza sobra, todo suma y permite generar mejores vínculos que nos hacen a la larga ensanchar nuestra vida, aprovechar una oportunidad que la vida nos puede presentar, ayudarnos a tomar una decisión, que nos lleva a impactar en una persona o en muchas, en un pequeño entorno o en uno más grande.
En ocasiones, no comprendemos dónde va cierta pieza y hay que aprender a procesarla y tenerla disponible para cuando la necesitemos, para comprender luego determinados temas o para enfrentar un desafío mayor.
En el rompecabezas de la vida no tenemos ni idea de cuántas piezas se va a tener, ni cómo va a lucir. Nunca se termina mientras estemos vivos.
Nuestras experiencias personales e interacciones con los demás son piezas, son lecciones que producen aprendizaje, todo suma, y nos lleva a un escenario donde no hemos estado antes. Antes no lo sabía, ahora ya lo sé.
Hay 4 elementos en el aprendizaje en este rompecabezas de la vida:
Motivación: Es muy difícil que alguien aprenda algo si no tiene ganas de aprender, si no está motivado, si no le causa curiosidad saber algo nuevo. Los buenos maestros lo primero que hacen es crear tierra fértil, es ayudar a que la gente a la cual le está ayudando a aprender, esté motivada quiera aprender, los inspira y motiva a ello.
Sorpresa: Algo nos sorprende porque no coincide con los modelos del mundo que tenemos, con lo esperado, con nuestros filtros. Nos da otra perspectiva o información que no teníamos. Arrancar un wow interior, nos anima a experimentar lo nuevo, lo que desconocemos hasta ahora.
Error: Hacemos algo y no sucede lo que esperábamos ahí. Hay algo de lo que sabíamos que no funcionó y nos lleva a intentarlo nuevamente e incluso de manera distinta para obtener resultados distintos.
Dedicación: No hay demasiados atajos para aprender, dependerá de la constancia, del tiempo dedicado a los intentos, de las horas de vuelo, hasta conseguir el hábito, destreza o incorporación de nuevas ideas o creencias que irán conformado el rompecabezas de la vida.